La importancia del diagnóstic...

septiembre 17, 2018

La importancia del diagnóstico en tus finanzas personales

Educación Financiera / Tips

Ante un problema, acertar en el diagnóstico es fundamental. Significa que comprendemos cabalmente la situación, le damos la importancia que merece y alzamos la vista a un horizonte donde abundan caminos que podrían llevarnos hacia la solución.

En el campo de las finanzas personales, donde la mayoría de la gente se encuentra con que no tiene a quién acudir en busca de consejos, el autodiagnóstico suele resultar errado puesto que no existe una base teórica y práctica que pueda guiar las acciones en un escenario complicado.

En este contexto, desde este espacio recomendamos hacerse una primera pregunta básica: ¿Tengo problemas de gastos, de ingresos o de deuda? Poder discriminar entre unos y otros les permitirá a muchos salir de una situación de ahogo de manera eficaz y más rápido de lo que creen.

Problemas de Ingresos

Es sabido por todos: los salarios este año corren detrás de la inflación, y el ingreso real de los trabajadores se encuentra en franca caída.

El sentido común nos indica que tenemos problemas de ingresos y que todo se resolvería si pudiéramos incrementarlos, pero lo cierto es que el aumento de ingresos sin una cultura financiera que nos permita domesticar los gastos no resuelve la cuestión de fondo.

Del endeudamiento con el banco o con la tarjeta de crédito no se sale ganando más dinero. Aunque sorprenda, mayores ingresos suelen derivar en deudas más abultadas.

El problema es de ingresos cuando no existen deudas y hemos realizado todos los ajustes posibles en nuestros gastos fijos y variables para mantener un nivel de vida que se aproxime al de los últimos diez años.

En columnas anteriores, he destacado la importancia de diversificar nuestras fuentes de ingresos mediante la creación de ingresos pasivos que incrementen nuestros ingresos totales.

Trabajar más para generar mayores ingresos es una solución de corto plazo para un problema de largo plazo. Conviene siempre generar nuevas fuentes de ingresos independientes de nuestro trabajo en relación de dependencia.

Problemas de gastos

Los problemas de gastos son más fáciles de diagnosticar: aunque tenemos el mismo ingreso que otras personas con finanzas saludables, vivimos siempre con lo justo, “tarjeteando” o pidiendo adelantos de sueldo para llegar a fin de mes.

Sabiendo que los gastos hormiga (pequeños gastos que hacemos de manera cotidiana casi sin darnos cuenta) pueden llevarse hasta el 30% de nuestro presupuesto mensual.

El ajuste -esa palabra tan de moda- eficiente de tus gastos puede aplicarse con la regla 50/30/20: 50% de tus ingresos destinados a los gastos necesarios, 30% a los gastos deseados y 20% al ahorro.

 

Problemas de deuda

Para diagnosticar un problema de deuda en nuestras finanzas, primero debemos saber que existen tres tipos distintos de deuda:

1) Deuda ficcional: es aquella que se contrae para vivir por encima de nuestras posibilidades, que crea un mundo de ficción sin correlato con los ingresos mensuales.

2) Deuda “hormiga”: nace por la desorganización en las finanzas personales y lleva a pedir un pequeño préstamo a un amigo por aquí, un adelanto de sueldo por allá, nuevas tarjetas de crédito, tarjetas alternativas en shoppings y supermercados y cualquier tipo de préstamo considerado pequeño, pero que suma en esa bola de nieve cada vez más difícil de detener.

3) Deuda de subsistencia: Para que una deuda sea clasificada como “de subsistencia”, se deben cumplir dos condiciones: que el dinero proveniente del endeudamiento sea destinado a satisfacer necesidades básicas (comida, salud, vivienda) y que el deudor no realice prácticamente ningún otro gasto que no sea de primera necesidad, es decir, no gaste en esparcimiento o consumo superfluo.

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